La Reina Sofía vivió una intensa jornada en los yacimientos de Atapuerca. Tras una parte más institucional en la que presidió el patronato de la Fundación Atapuerca, se cambió el traje de pantalón y chaqueta beige, camiseta blanca con rayas azules y amarillas, con el que llegó a las 10.30 horas a la sede de Ibeas de Juarros, por un pantalón de rayas grises y americana vaquera, y participó en una de las excavaciones.
«Cuando hemos llegado a la Gran Dolina y le hemos ofrecido coger un destornillador para excavar, no se lo ha pensado y es lo que ha hecho hasta sacar un hueso», relató Carbonell. No fue un resto de Homo antecesor, sino «seguramente, un fragmento de hueso de caballo, que es la especie mejor representada en TD10, un trocito de costilla como hay tantísimos», resaltó José María Bermúdez de Castro.
Doña Sofía se ha convertido en una de las mejores embajadoras de los yacimientos de Atapuerca. Es la presidenta de honor de su Fundación, que reeligió como presidente a Antonio Miguel Méndez Pozo para los próximos cinco años, en los que el primer reto es la internacionalización. La institución está tomando contacto con fundaciones extranjeras para crear una red cooperativa y establecer intercambios científicos y acuerdos con algunas de las principales fundaciones.
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