Se trata de un afloramiento en el curso alto del Ahama, en el término de Aguilar.

Las icnitas se encuentran en un estrato de una caliza muy oscura, que nos recuerda a una charca. Lo más visible son icnitas de dinosaurios terópodos, tres de ellas (las mayores) forman un rastro. Lo más curioso de este yacimiento, es el resto de icnitas redondeadas de un saurópodo, que ha dejado la impresión de sus pequeñas manos delante de las huellas de los pies. Las huellas tanto izquierda como derecha están muy juntas, por lo que pertenecía a un parabrontopodus.