La Cueva del Mirador se encuentra dentro del yacimiento de Atapuerca pero, por su singularidad, podemos considerarlo un espacio aparte dentro de este macroyacimiento.

Se trata de un sepulcro colectivo de hace unos 4.500 años que han puesto en descubierto restos de 23 individuos de la especie Homo Sapiens. Este enterramiento pone de manifiesto la existencia de un tratamiento diferente de los fallecidos. Encontramos restos fosilizados de una mujer de aproximadamente 15 años de edad que podría ser una persona destacada dentro de esta comunidad. Las diferencias con los demás restos son numerosas: Hay ofrendas, el enterramiento es individual en un rincón de la cavidad y portaría ornamentos tanto en el cuello como en la cintura. También se han encontrado restos óseos de enterramientos colectivos y, a parte, restos de seres humanos que fueron objeto de canibalismo. Otro de los hallazgos son conchas marinas (‘dentalium’) con las que se confeccionaban collares y adornos que delatan cierta actividad comercial, al ser elementos marinos que no se hallan de forma natural en Burgos.