Fundación Atapuerca - 19 Jul, 2016Balance de la campaña de excavaciones 2016 en los yacimientos de la sierra de Atapuerca

Atapuerca

El pasado 16 de junio comenzaron las excavaciones en los yacimientos de la sierra de Atapuerca dirigidas por Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell. Durante este periodo, un total de 284 personas de 23 nacionalidades distintas han trabajado en los diferentes yacimientos. Se trata del año con mayor afluencia de excavadores y con más internacionalización, muy por delante de ejercicios anteriores. En 2015, por ejemplo, la campaña contó con 277 investigadores de 9 países, mientras que en 2014 hubo 226 personas de 7 nacionalidades. A continuación, se detallan los hallazgos más destacados hasta la fecha. 

 

Yacimientos de la Trinchera del Ferrocarril

Sima del Elefante

Este año la excavación en la Sima del Elefante tenía como objetivos principales terminar de excavar completamente el nivel TE9c y gran parte del nivel TE9d, localizar la base de la cavidad y continuar el sondeo del nivel TE7 en la zona más al sur del yacimiento. 

El primero de los objetivos ha sido realizado con éxito, y se puede concluir que el nivel TE9c y TE9d han sido totalmente excavados. En este último nivel, con una cronología de alrededor de 1,3 millones de años, se han recuperado restos de aves de diferentes tamaños, de oso, de bóvido y de ciervo. 

Algunos de los restos de herbívoro, recuperados en el nivel TE9d, presentan trazas de actividad humana, como marcas de corte y fracturación de los huesos largos. Junto a estos restos faunísticos con actividad antrópica, también se ha recuperado un fragmento de lasca en sílex cretácico. Ambas evidencias, faunísticas y líticas, recuperadas en la base del nivel TE9d muestran, sin ninguna duda, que la presencia de los grupos humanos en la sierra de Atapuerca se remonta hasta hace como mínimo 1,3 millones de años.

Por otro lado, el segundo de los objetivos no se ha conseguido debido a que durante los trabajos de excavación en la zona norte del yacimiento, donde se quería localizar la base de la cavidad, se ha hallado el nivel TE7, que es el más antiguo de toda la Trinchera del Ferrocarril. Este hallazgo es una muy buena noticia ya que hasta ahora solo se tenía evidencia de este nivel en la zona sur del yacimiento. En años anteriores se ha realizado un sondeo en esta zona que ha permitido saber que este nivel es rico en restos paleontológicos. 

La localización del nivel TE7 en una superficie de 6 metros cuadrados en la zona norte del yacimiento ha hecho posible el tercero de los objetivos planteados para esta campaña, que era continuar el sondeo del nivel TE7 en la zona más al sur del yacimiento.  

 

Galería

La campaña de 2016 en el yacimiento de Galería se ha centrado en la excavación de los niveles inferiores de la Unidad GIIIa. Esta unidad, datada entre 220 y 280 mil años, ha proporcionado abundantes restos de fauna e industria lítica. Las herramientas son características del Modo 2 (Achelense). Así, se han recuperado lascas, bifaces y hendedores elaborados en distinta materia prima como es el sílex, la arenisca y la cuarcita. Los restos faunísticos recuperados (costillas, vértebras y elementos craneales) pertenecen principalmente a caballos, habiendo recuperado también elementos esqueléticos de otros herbívoros y carnívoros.  

Los hallazgos de esta campaña han permitido constatar que los trabajos arqueológicos han alcanzado ya los niveles fértiles del yacimiento. Se confirma la funcionalidad de esta cavidad, ya que todo apunta a un aprovechamiento antrópico de los animales que caían por la trampa natural situada al Este de la cueva. Los grupos humanos del Pleistoceno Medio de la sierra de Atapuerca accedían a los animales y transportaban los elementos esqueléticos más ricos en masa muscular (extremidades), abandonando en Galería los restos pertenecientes a la caja torácica. Los huesos abandonados eran, posteriormente, aprovechados por los carnívoros, como lo atestiguan las múltiples mordeduras halladas en los restos.

 

Gran Dolina
    
Desde el día 16 de junio, un equipo de 30 personas ha estado excavando en la parte superior del yacimiento de Gran Dolina, en una superficie de 90 m2. Concretamente, se ha trabajado en el tramo inferior del nivel TD10.3, de unos 450.000 años de antigüedad.

El paquete de sedimentos de las capas superiores del nivel TD10 se caracterizaba por presentar las mayores concentraciones de restos arqueológicos documentados hasta la actualidad en los yacimientos pleistocenos de la sierra de Atapuerca. Estos restos se acumularon en la entrada a la cueva de Gran Dolina a lo largo de los períodos en que esta fue usada por los homínidos como enclave referencial dentro del entorno de la sierra.

La capa excavada este verano presenta una menor concentración de restos. Sin embargo, el registro recuperado refleja una gran diversidad en cuanto a especies de herbívoros (caballo, ciervo, bisonte, rinoceronte…) y de carnívoros (león, lobo…). Estos últimos aparecen representados tanto en forma de elementos de su esqueleto como de marcas sobre los huesos de sus presas. La actividad antrópica sobre estos restos, sin embargo, es escasa. En cuanto a los instrumentos de piedra, en esta capa tenemos muy bien representada la cultura Achelense, con sus característicos bifaces y otros grandes instrumentos, aunque, en consonancia con la escasa actividad antrópica sobre los restos de fauna, la densidad de instrumentos es baja.

Así, TD10 ofrece de nuevo una espléndida oportunidad para establecer modelos, en este caso sobre la actividad de estos depredadores y sobre el modo en que compartían el espacio con los homínidos.
Las diferentes modalidades de ocupación documentadas en la secuencia de TD10 (campamento central, matadero de bisontes…), así como los datos obtenidos en otros yacimientos del Pleistoceno medio de Atapuerca, como Galería o la Sima de los Huesos, nos permiten estudiar como en muy pocos lugares del mundo los ecosistemas de hace entre 300.000 y 500.000 años, y, muy especialmente, cómo los grupos de homínidos (preneandertales en este caso) los explotaron y se adaptaron a ellos.

Según los datos actuales, el nivel TD4 es el mejor candidato hoy en día para cubrir el espacio temporal de 400.000 años que separa a Homo antecessor (0.8 Ma) de los restos humanos de la Sima del Elefante (1.2 Ma). Por el momento se han encontrado restos de actividades humanas en forma de industria lítica, lo que atestigua la presencia de poblaciones humanas en la Sierra alrededor del millón de años. Las excavaciones de esta campaña permiten reafirmar esta presencia, así como afinar la cronología del depósito sedimentario y esclarecer el contexto ecológico en el que se movieron aquellas poblaciones. Entre los restos más destacables, aparte de la industria lítica, destacan multitud de astas de desmogue de diversos cérvidos y dos mandíbulas completas de jaguar europeo. En definitiva, este sitio parece poner de manifiesto una mayor continuidad entre las poblaciones humanas del Pleistoceno inferior de la sierra de Atapuerca, y por tanto, de toda Europa occidental.

 

Cueva del Mirador

En El Mirador se han superado los niveles correspondientes a la fase de uso sepulcral de la cueva (Calcolítico y Bronce inicial), y se ha iniciado la excavación de niveles relacionados con la utilización de la cavidad como cueva redil, pertenecientes al Neolítico final. Se están recuperando abundantes restos de cabras y ovejas, mayoritariamente de individuos inmaduros y juveniles, que se relacionan con ocupaciones llevadas a cabo durante el período de cría, así como cerámicas y utensilios líticos relacionados con actividades domésticas. Este registro permitirá profundizar en el conocimiento de las formas de gestión de los rebaños de ovicápridos durante la Prehistoria reciente.


Yacimientos de Cueva Mayor

En la campaña de este año se ha intervenido en tres yacimientos enclavados en el interior de la Cueva Mayor de la sierra de Atapuerca: El Portalón, la Galería de las Estatuas y la Sima de los Huesos.

 

Sima de los Huesos

En la Sima de los Huesos la campaña de excavación termina el día 28 de julio, por lo que aún quedan algunas jornadas que pueden deparar nuevos hallazgos. Hasta la fecha se ha trabajado en la delimitación del contacto entre las unidades estratigráficas 6 y 7 en la zona central del yacimiento. De la correcta compresión de este contacto depende la estrategia de excavación que se seguirá en las próximas campañas. La unidad 6 contiene fósiles humanos y de carnívoros (mayoritariamente osos) y la 7 solo de carnívoros. El volumen de sedimento excavado de la unidad 6 es todavía limitado. No obstante, se han recuperado algunos fósiles humanos, que incluyen tres falanges, un extremo de tibia, otro de peroné y un tercero de húmero, parte de una clavícula y algunos fragmentos de costillas y de cráneo. Aún es pronto para saber si estos restos humanos completarán individuos recuperados en campañas anteriores. Los resultados obtenidos auguran futuros hallazgos de fósiles humanos en los años venideros.

 

Galería de las Estatuas

El yacimiento se encuentra ubicado al final de la denominada Galería de las Estatuas, a unos 350 metros de la actual entrada de la Cueva Mayor. Aquí se está interviniendo en sedimentos del Pleistoceno Superior que registran ocupaciones de neandertales, siendo el único yacimiento de esta época conocido en las cuevas de la sierra de Atapuerca. En la campaña de este año se ha profundizado en las dos áreas de excavación y se han recuperado restos de fauna y piezas de industria musteriense, la propia de los Neandertales. Los restos de fauna incluyen équidos y restos de lepórido consumidos por los Neandertales. La cronología de los niveles superiores se sitúa en torno a los 48.000-52.000 años, y los estudios del polen indican que se produjo un cambio de paisaje, pasando de ser un ambiente abierto de tipo estepa a bosque abierto.

 

El Portalón de Cueva Mayor

Se continúa con la excavación de los niveles Neolíticos y Romanos en los dos sectores activos. En el caso de los niveles neolíticos se trata de un área con diversas estancias de hábitat con una cronología aproximada de 6.000 años de antigüedad. Este nivel se caracteriza por la presencia de estructuras habitacionales (suelos preparados, hogares, muretes de piedras, etc.) de gran calidad, sobre los que se han encontrado materiales líticos, restos óseos de fauna y cerámicos típicos de este período. 
Este año, aunque los restos de cultura material no son todavía muy abundantes, la fauna sí lo es y se han descubierto numerosos restos muy fragmentados de caballo y toro salvaje, probablemente animales cazados y que fueron procesados y consumidos en el yacimiento.

Respecto a los niveles romanos, éstos incluyen abundantes hogares y algunos restos cerámicos, de fauna y metálicos, seguramente relacionados con distintos tipos de armas, que apuntan a un uso episódico de la cavidad.

 

Asentamiento al aire libre. Fuente Mudarra

Durante esta campaña se ha continuado excavando el nivel 4 de este asentamiento al aire libre situado en el valle del río Pico. Se ha terminado este nivel muy rico en herramientas de piedra fabricadas por los neandertales. Fuente Mudarra se localiza en un paraje ligeramente elevado desde el que se controla todo este valle y en el que los grupos neandertales realizan diferentes actividades de su vida cotidiana. En este emplazamiento, los grupos de cazadores recolectores están rodeados de fuentes, materia prima para realizar sus herramientas, animales, vegetales y leña, lo que hace que el lugar sea idóneo para abastecerse de los recursos necesarios. Por debajo del Nivel 4 se ha encontrado otro nivel en el que se está trabajando y en donde ya se han recuperado cientos de piezas de sílex con las que descuartizan y tratan las pieles de diferentes animales. 

 

Laboratorio de lavado de sedimentos de la Trinchera en el río Arlanzón

Los trabajos de lavado y triado de los sedimentos de las excavaciones de la Trinchera han permitido, como en campañas anteriores, conocer mejor la microfauna de estos yacimientos.
Hay que destacar, como en campañas anteriores, el entusiasmo que anima el trabajo del llamado ‘equipo del río’. Estudiantes y especialistas de todas las edades y procedencias colaboran en el lavado de los sedimentos de los yacimientos de Atapuerca, para recuperar la microfauna fósil. Pero además, como desde hace años, colabora la Fundación Aspanias y un grupo de vecinos de Ibeas de Juarros. En el “laboratorio del Arlanzón” se han desplegado un año más paciencia, pasión y entusiasmo para conocer la vida de los pequeños animales que vivieron en Atapuerca. El equipo de microfauna busca saber cómo vivieron estos animales del pasado, y cómo eran sus paisajes. La extinción y aparición de nuevas especies es una forma muy eficaz de medir el tiempo. Los animales pequeños (mamíferos, anfibios, reptiles, aves, peces) evolucionan muy rápidamente, por lo que son especialmente útiles para saber la edad de las unidades estratigráficas en las que aparecen. Los pequeños animales cuyos restos se encuentran allí están adaptados a ambientes muy concretos, como por ejemplo el castor y los anfibios al agua, los lirones al bosque, los topillos a los prados o los hamsters a las estepas. Por eso ayudan a detectar las variaciones climáticas y ambientales de la Tierra a lo largo de su historia, en este caso en la sierra de Atapuerca en el último millón y medio de años.

 

Prospecciones geofísicas

La campaña de prospecciones geofísicas se ha centrado en el sector de Torcas, con el fin de conocer la morfología de las cavidades de Trinchera del Ferrocarril, con especial detalle de los yacimientos Gran Dolina, Galería y Elefante.

En la Trinchera del Ferrocarril se han realizado prospecciones mediante georradar (GPR) que han permitido conocer la morfología y la base de las cavidades de Gran Dolina y Galería, así como determinar la potencia de sus secuencias sedimentarias, confirmadas con la realización de sondeos mecánicos. Los testigos obtenidos en estos sondeos serán analizados para determinar su magnetismo remanente, obtener dataciones y examinar existencia de rellenos fosilíferos. 

Las prospecciones mediante la técnica de tomografía de resistividad eléctrica (TRE) se han desarrollado en el término de Torcas, con el objetivo de investigar el desarrollo de las cavidades del yacimiento de la Sima del Elefante y los conductos de Cueva Mayor y Cueva Peluda. Estas prospecciones han permitido conocer la presencia de nuevas cavidades, así como determinar el desarrollo y la posición de las antiguas entradas hacia la Galería de las Estatuas o Cueva. 

Un conjunto de sondeos mecánicos se ha realizado en los lugares señalados por los análisis de GPR y TRE de la campaña de 2015 en la ladera de Torcas, confirmando la presencia del conducto de Dolina y Galería, con una sección de unos 9m, o la presencia de una nueva cavidad en cotas del primer piso. 

Estos trabajos representan una nueva forma de investigar el karst y su potencial arqueo-paleontólogico, que está permitiendo planificar los futuros trabajos de excavación.


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