Atapuerca Digital

Enciso, a 72 km de Logroño, sería el punto de partida de la ruta. El yacimiento de La Virgen del Campo está situado a 400 m. del puente sobre el río Cidacos. Aquí podemos ver numerosas icnitas, aisladas y formando rastros, algunas están bien conservadas y corresponden a terópodos. A unos 2,2 km de este yacimiento, en lo alto de una loma, se encuentra el yacimiento de La Senoba, en el que se pueden identificar unos 10 rastros pertenecientes a terópodos, ornitópodos e iguanadóntidos. A 1,9 km del puente sobre el río Cidacos llegamos al yacimiento de Valdecevillo en el que se puede ver un rastro de 4 icnitas muy bien conservadas de un terópodo. También se pueden ver icnitas de otro terópodo, de varios iguanadóntido, un rastro de un saurópodo y otras pisadas de un dinosaurio tipo Brontopadus. 

Uno de los sitios de interés de la ruta es el Parque de Paleoaventura El Barranco Perdido: Situado en Enciso, junto a los principales yacimientos, este parque temático de ocio y aventura en torno a los dinosaurios, ofrece a las familias la posibilidad de pasar un día entero aprendiendo y disfrutando a partes iguales. Sus instalaciones son muy amplias y acogen desde una playa cretácica con piscinas tematizadas a una proyección 3D en la se disfruta conociendo de una manera fantástica la vida de los dinosaurios que salen de la pantalla provocando fascinación entre los pequeños exploradores. Además el parque cuenta con multitud de actividades de aventura: tirolinas, rocódromos, tiros con arco, juegos de agua, actuaciones… todo preparado para convertir a los niños en paleontólogos aventureros por un día.

Uno de los espacios más atractivos del parque es el Laboratorio del tiempo, un espacio diseñado con las últimas tecnologías que permiten a los niños trabajar en un yacimiento recogiendo datos como lo haría un auténtico paleontólogo para luego llevarlos al laboratorio y procesarlos para conocer qué tipo de dinosaurio se esconde tras los restos y las huellas encontrados. En esta tarea, los peques dan clases a los mayores sobre el conocimiento de estos animales, que les fascinan y que, en muchos casos, conocen mucho mejor que sus padres y profesores. La novedad de este año es la inauguración de un gran tobogán seco, “El cuello del Braquiosaurio” que recorre el parque y que permite acompañar el aprendizaje con una buena dosis de diversión y adrenalina. Todo pensado para convertir a grandes y pequeños en paleontólogos aventureros por un día.