Yacimiento de Santa Cruz de Yanguas

Soria
Santa Cruz de Yanguas

Las icnitas que podemos encontrar en Santa Cruz de Yanguas corresponden a ornitópodos, que dejaron sus huellas en pisadas paralelas de 6 ó 7 pisadas. Se trata de animales que vivieron hace entre 130 a 150 millones de años, marcadas sobre la roca en bajorrelieves de 20 a 35 centímetros. Además en el yacimiento el visitante puede encontrar una réplica de un posible productor de las Icnitas, Stegosaurus.

Otros rastros de icnitas próximos a Santa Cruz de Yanguas se encuentran en los parajes de Valdecantos, Las Cuestas y Prado Caído.

Los ornitópodos eran dinosaurios de comportamiento gregario (se movían en manadas), poseían dentaduras muy especializadas para triturar la vegetación y una poderosa cola que utilizaban con fines defensivos. Una peculiaridad de estos animales es que podían andar sobre dos patas cuando eran crías y lo hacían sobre cuatro en la edad adulta. Sus huellas son tridáctilas, similares a las de terópodos (cuando no se marca el cuarto dedo), aunque más anchas en relación con su longitud, ya que tenían pezuñas en lugar de las garras de éstos.

Las icnitas que podemos encontrar en Santa Cruz de Yanguas corresponden a ornitópodos, que dejaron sus huellas en pisadas paralelas de 6 ó 7 pisadas. Se trata de animales que vivieron hace entre 130 a 150 millones de años, marcadas sobre la roca en bajorrelieves de 20 a 35 centímetros. Además en el yacimiento el visitante puede encontrar una réplica de un posible productor de las Icnitas, Stegosaurus.

Otros rastros de icnitas próximos a Santa Cruz de Yanguas se encuentran en los parajes de Valdecantos, Las Cuestas y Prado Caído.

Los ornitópodos eran dinosaurios de comportamiento gregario (se movían en manadas), poseían dentaduras muy especializadas para triturar la vegetación y una poderosa cola que utilizaban con fines defensivos. Una peculiaridad de estos animales es que podían andar sobre dos patas cuando eran crías y lo hacían sobre cuatro en la edad adulta. Sus huellas son tridáctilas, similares a las de terópodos (cuando no se marca el cuarto dedo), aunque más anchas en relación con su longitud, ya que tenían pezuñas en lugar de las garras de éstos.

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